La Policía Nacional ha resuelto el secuestro de un narcotraficante danés en Marbella, ciudad donde permanecía recluido en una vivienda donde fue torturado con saña para que su familia pagase un rescate de 165.000 euros. Era el importe que unos delincuentes exigían a su familia en Dinamarca para conservarle la vida, de lo contrario amenazaban con ejecutarle.
Según ha informado este viernes el citado cuerpo de seguridad del Estado, por medio de un comunicado, la cooperación policial, a través de Europol, ha resultado clave para el rescate del joven, quien ha sufrido maltrato físico reiterado.
Un joven de 23 años de edad, que ejercía como guardián del retenido, ha sido detenido al ser sorprendido in fraganti en el momento de la liberación, al irrumpir los agentes policiales en el domicilio marbellí.
Al único detenido como integrante de esta organización se le imputan los delitos de lesiones, secuestro, tenencia ilícita de armas y pertenencia a grupo criminal. En el registro de la vivienda se intervino un revólver, 3.835 euros, una balanza de precisión, una máquina envasadora y sustancias estupefacientes.
La víctima también ha sido arrestada, al constarle una orden de detención (OEDE) dictada por las autoridades judiciales de Dinamarca por un delito de tráfico de drogas.
Todo comenzó con comunicación de las autoridades de Dinamarca a la Policía Nacional, a través de las oficinas nacionales de Europol. Se les informaban del secuestro de un ciudadano danés en Marbella.
La información se basaba en la denuncia de los padres del secuestrado tras recibir estos en Dinamarca llamadas telefónicas de unos desconocidos que le exigían el pago exprés transferencia bancaria. Los familiares llegaron a recibir pruebas de vida de la víctima, en forma de fotografías en las que se le podía ver magullado y herido.
El plazo de entrega del dinero, exigido a la familia danesa, era de tan sólo seis horas. De no materializarse la entrega acabarían con su vida. Se inició así una investigación policial contrarreloj.
La Policía ha concretado que se produjo un “amplio y ágil” despliegue de medios y efectivos, bajo supervisión del Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella.
Cuando los agentes accedieron a la vivienda, hallaron al secuestrado en la primera planta de la misma. Estaba encerrado en una habitación y tumbado en un colchón en el suelo. La víctima presentaba la clavícula desplazada, fracturas graves en un codo y contusiones y pinchazos por todo el cuerpo.