El abogado del dueño de la parcela de Totalán en la que está el pozo en el que cayó Julen, el niño de dos años cuyo cuerpo sin vida fue localizado a los 13 días de caer en dicho agujero, ha señalado que les “sorprende” que la Fiscalía pida que la persona que hizo dicha perforación declare como testigo.
La Fiscalía ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, que lleva el caso, que cite al dueño de la finca, David Serrano, para que declare como investigado por un delito de homicidio imprudente y a otras doce personas como testigos, entre las que se encuentra el que hizo el pozo.
Así, en declaraciones a Europa Press, Antonio Flores, letrado de Serrano, ha asegurado que la petición sobre su cliente “aún no se ha acordado” por el juzgado, aunque sí ha apuntado que entiende “que lo va a hacer”.
Además, ha añadido que una vez sean parte del procedimiento judicial que hay abierto en dicho juzgado “ya pediremos las diligencias que consideremos oportunas por nuestra parte en defensa de nuestro cliente”.
Al respecto, ha precisado que por el momento hay una petición de diligencias por parte de la Fiscalía y “ya decidirá el juzgado lo que crea conveniente” sobre las declaraciones solicitadas, aunque ha considerado “una barbaridad” que se inste a que el pocero declare como testigo.
“Es un señor que hizo el pozo y que genera ese riesgo al no sellarlo convenientemente como dice la ley, nos sorprende que pueda ir de testigo ¿De qué?”, ha manifestado el abogado.
El equipo jurídico que representa al dueño de la parcela ha venido sosteniendo que “no puede haber una presunción de culpabilidad”, pero consideran que “la única responsabilidad penal, si la hubiese, sería de ese profesional” –el pocero–. Además, sostienen que fue un accidente que “no es previsible” y era “imposible” que su cliente “lo pudiera predecir”.
El dueño de la finca declaró inicialmente como testigo ante la Guardia Civil y hace unos días ofreció una rueda de prensa en la que dijo que el día del accidente protegió con dos bloques de hormigón el agujero que hizo el responsable de una empresa especializada y que, según él, había dejado “abierto”.
Además, señaló que advirtió del peligro de que alguien pudiera meter un pie, pero que “jamás” pensó que un niño pudiera caber por ese agujero. “Eso yo nunca me lo voy a perdonar, el que no haya visto ese peligro allí”, aseguró insistiendo en: “Jamás en mi vida pensé que por ahí cabía un niño”.