Los padres de Julen, el niño de dos años que fue rescatado sin vida a los 13 días de caer en un pozo en Totalán (Málaga), han declarado este lunes como testigos en el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga encargado del caso, ratificando lo manifestado anteriormente y concretando aspectos del entorno en el que se produjo el accidente.
Así lo ha asegurado la abogada Antonia Barba, que representa a los padres, personados como acusación particular, quien ha señalado que “han venido a confirmar las declaraciones que hicieron ante la Guardia Civil, si bien han matizado y han podido puntualizar una vez se les ha mostrado el croquis” elaborado sobre el lugar.
Los padres han llegado sobre las 10.40 horas, visiblemente afectados y acompañados por el dueño de la parcela donde está el pozo en el que cayó Julen, David Serrano, que declaró el pasado viernes como investigado por un presunto delito de homicidio imprudente; y de la pareja de éste, que ha comparecido este lunes también como testigo. Los cuatro estaban el día del accidente en la finca.
La abogada ha indicado que los padres “son personas que no mienten y no tienen por qué hacer una declaración distinta” a la realizada, apuntando que han concretado aspectos, como dónde se encontraban las mesas “y sobre todo en cuanto a la ubicación del pozo, qué había o qué dejaba de haber” en la zona.
No obstante, no ha querido detallar más, instando a que “hay que dejar a la justicia” que decida el impulso que le da a la causa, señalando que por el momento están personados como acusación particular al considerarse “perjudicados”, apuntando que “conforme vaya adelantando la investigación veremos si formulamos acusación o no”. Por eso, ha insistido en que hay que dejar que el procedimiento avance “y queda mucho todavía por hacer”.
Barba ha asegurado que a los padres “les ha costado muchísimo declarar”, pero que las testificales han sido “bastante precisas” teniendo en cuenta “lo mal que están”, recordando que son personas “que han perdido a un hijo” –el segundo en pocos años– y “han sacado fuerzas para declarar con el fin de esclarecer los hechos”, ha señalado Barba, quien ha asegurado que “han declarado lo que recordaban”.
También ha testificado la pareja del dueño de la parcela, quien ha ratificado que de repente el niño estaba corriendo y dejó de verlo. Las tres declaraciones han durado algo menos de dos horas.
Según fuentes judiciales, estas declaraciones testificales están siendo muy importantes para concretar o no una posible responsabilidad y determinar si el pozo estaba cerrado o no en el momento en el que sucedieron los hechos; extremo que aún no ha quedado aclarado.
Así, el próximo miércoles están citados como testigos tres senderistas que fueron los primeros en llegar al lugar el día de los hechos. Posteriormente, el 12 de marzo están llamados, también como testigos, el hombre que realizó el pozo y el que hizo una zanja en la zona; mientras que el 13 irán guardias civiles y Ángel García Vidal, que coordinó las tareas de ingeniería en el rescate.
El pasado viernes declaró como investigado el dueño de la parcela, quien insistió en que era imprevisible la caída y se ratificó en que ese día tapó el agujero con dos bloques de hormigón y en que avisó del peligro; así como que en todo momento “se puso en manos de un profesional para que le gestionara todo” lo relacionado con los trámites administrativos para realizar el pozo.
La abogada de los padres ha pedido “respeto” para ellos
La abogada de los padres ha pedido “respeto para esta familia que está sufriendo muchísimo y lo único que quiere es que se esclarezca lo que ha ocurrido”. “Son los primeros interesados”, ha aseverado Barba, apuntando que “sólo quieren tener un duelo tranquilo”.
Al hilo, ha recordado que están presentando denuncias por comentarios ofensivos en redes sociales, insistiendo en que “por favor, cese la gente que está tratando de hacer sangre de algo que no hay”.
Respecto a llegar a la Ciudad de la Justicia junto al dueño de la finca, con el que los padres tienen una relación de parentesco, la letrada ha indicado que “son una familia”. “Ha ocurrido lo que ha ocurrido y será la justicia la que tenga que esclarecer si hay responsables o no por estos hechos”, ha insistido.
El cuerpo de Julen fue encontrado a las 01.25 horas de la madrugada del sábado 26 de enero por los equipos de rescate que lo buscaban desde el día 13 de dicho mes, tras caer en un pozo de tan sólo 25 centímetros de diámetro y de algo más de 70 metros de profundidad.