Antonio Maíllo, hasta ahora líder andaluz de IU y parlamentario por Adelante Andalucía, ha explicado este lunes que su decisión de dejar la primera línea de la política responde a que “este estrés es incompatible con la calidad de vida”, toda vez que ha reivindicado una política que se convierta en una actividad “que permita conciliar la vida humana, la salud y el bien vivir”.
“Se puede luchar contra el sistema, pero no contra la biología”, ha afirmado en la rueda de prensa que ha ofrecido para explicar las razones de su marcha, donde ha estado arropado por buena parte de sus compañeros de IU y donde ha llamado a la reflexión para que estar en un puesto de responsabilidad política “no suponga estar en la tensión permanente o en vivir del susto o muerte”.
Tras recordar que sufrió un cáncer de estómago que superó y que ahora está bien, Maíllo ha querido dejar claro que tiene energía y que no hay problemas de salud que motiven su renuncia pero sí ha reconocido que la enfermedad le supuso “un punto de inflexión” para tomar esta decisión, que es “estrictamente personal”, y ahora: “No me la quiero jugar, no me lo perdonaría”.
Maíllo, que ejercía como portavoz parlamentario de Adelante Andalucía, ha formalizado ya su renuncia en el Parlamento –donde será sustituido por Ismael Sánchez (IU), número cinco de la lista de Adelante el 2D por la provincia de Sevilla–, y esta tarde hará lo propio ante la Comisión Coordinada como coordinador general de IULV-CA, cargo al que accedió hace seis años, al tiempo que ya ha solicitado también en el registro de la Consejería de Educación su incorporación como profesor en el Instituto de Educación Secundaria en Aracena (Huelva).
De hecho, también ha señalado la coherencia de su decisión dado que siempre ha defendido en su discurso que la política debe ser algo temporal y que “no se puede vivir de esto”, por eso regresa “al lugar del que uno procede, venía de la educación y vuelvo a la educación, donde espero contribuir con mucha energía”. No obstante, ha dicho que seguirá estando comprometido políticamente y seguirá siendo miembro de la Coordinadora de IU Andalucía, del Comité Central del PCA y participando en los debates de la organización, “pero no en primera línea”.
En cuanto al relevo en la coordinación de IU Andalucía, Maíllo no ha querido tutelar el proceso asegurando que presenta su dimisión “a todos los efectos”. Así, será la Comisión Colegiada de IU, que se reúne este mismo lunes, la que dirigirá la sucesión y deberá convocar a la Comisión Coordinadora para cubrir la vacante, toda vez que la salida de Maíllo es el único cambio que se producirá en la dirección de la organización.
Al respecto, lo único que se ha limitado a apuntar Maíllo es que está convencido de que su sucesor será “alguien inteligente y estupendo”, pero no ha querido mostrar preferencias por ningún miembro para cubrir su puesto, que tendrá que ser elegido de entre los más de 80 miembros que componen la Comisión Coordinadora, dado que este cambio en la cúpula de la organización no requiere de convocar a la Asamblea Andaluza, máximo órgano de decisión de IU.
“Un niño con zapatos nuevos”
Y así, ha insistido en que su dimisión está motivada por causas personales y es fruto de “una profunda meditación”, si bien ha explicado que la decisión de anunciarlo ahora ha respondido al momento político pues quería cerrar el ciclo electoral que terminó con las elecciones municipales del 26M “por responsabilidad” con la organización.
“Me he dejado la piel y algo más, se me pueden criticar errores pero no la dedicación que he tenido, que ha sido siempre a tiempo completo”, ha subrayado Maíllo para indicar que se queda con el cariño profundo que ha recibido de la militancia y de los simpatizantes. “Si hay algo que quiero dejar es el sentimiento de que se hayan sentido orgullosos de mí, con eso me conformo”, ha agregado.
Maíllo se ha confesado “aliviado” con la decisión de su marcha y que ahora se encuentra “como un niño con zapatos nuevos, recupero la ilusión ante una nueva etapa”, donde planea dedicarse a sus alumnos, a estudiar portugués y a seguir estudiando y formándose.
El dirigente de izquierdas ha revelado que contactó con los líderes políticos del resto de partidos en Andalucía para trasladarles la noticia antes de que se hiciera pública, y que se va dejando un Parlamento andaluz “muy diferente, hasta en lo estético aunque principalmente en lo relativo al discurso político, que ahora gira entorno a la derecha y a la ultraderecha, como hemos visto con el Presupuesto”.
Con todo, ha querido agradecer los gestos de cariño, la cortesía y el respeto de todos sus compañeros de bancada porque en la Cámara autonómica “hay mucha fraternidad más allá de los debates políticos”. También ha explicado que cuando informó de su decisión a su compañera de proyecto político, la líder andaluza de Podemos, Teresa Rodríguez, se sorprendió aunque la respetó, más porque ambos comparten que la política es un ejercicio temporal. “Teresa volverá en septiembre y tiene un papel muy importante, el que ella quiera”, ha sostenido en alusión a la confluencia de Podemos e IU.
En el panorama político andaluz, Maíllo cree que la confluencia que ha gestado de la mano de Rodríguez “tiene un reto fascinante” y que esa unión política, que se ha llevado “entre iguales y desde el respeto”, aún “no se ha consumado en términos políticos y hay que seguir contrayéndola”.
Si bien ha asumido que Adelante no ha logrado los resultados que esperaban en las elecciones, ha negado que su renuncia esté relacionada con esto, toda vez que cree que esos resultados se deben a un “estrechamiento” del espacio de la izquierda en el electorado.
Igualmente, ha apuntado que el proceso de confluencia “fue una suma pero no una fusión” dado los tiempos que llevaron a la expresidenta de la Junta, Susana Díaz, a adelantar las elecciones en Andalucía, pero ha defendido los resultados cosechados en esta comunidad, la que más contribuye a los de Unidas Podemos en el panorama nacional, para defender que Andalucía “tiene un papel importante en el proceso de confluencia a nivel nacional”.
Entretanto, Maíllo ha reconocido que le hubiera gustado dejar la confluencia “más instalada desde la base de las organizaciones, fraguarla en un tiempo que no fuera electoral” porque a pesar de que las direcciones de IU y Podemos iban al mismo ritmo, “no ha sido así en las bases”; o también ha lamentado que bajo su mandato “IU fue incapaz en 2014 de interpretar lo que se pergeñaba en la organización con Podemos o la decepción que supuso el 2D que Adelante Andalucía no supusiera un cambio a la izquierda ni fuera determinante para el futuro de Andalucía” en la presente legislatura.
Por otro lado, tras años al frente de IU, que han sido “muy duros, sin descanso ni tregua”, el político se ha declarado orgulloso de haber mantenido a la organización cohesionada; del apoyo que ha recibido siempre y que no ha sido cuestionado; de resistir en el 2015 “cuando todo decía que IU desaparecía”; del trabajo en Doñana, “y de que la gente reconozca la honestidad de nuestro trabajo colectivo”.