El vicepresidente de la Diputación de Málaga, Juan Carlos Maldonado, de Ciudadanos, tiene entre sus competencias la máxima responsabilidad al frente de la marca gastronómica Sabor a Málaga. Durante uno de los almuerzos-entrevistas que organiza Marbella Confidencial, en el restaurante La Barca (Marbella), hemos aprovechado para profundizar en todo lo que representa esta plataforma de promoción de los productos malagueños a través de la hostelería y la restauración, en el marco del difícil momento por el que atraviesa el sector.
PREGUNTA.- ¿Cómo se ha reconvertido la marca Sabor a Málaga debido al Covid?
RESPUESTA.– La reconversión de la marca en torno al Covid pasa por el cambio que ha sufrido el mercado en sí. Sabor a Málaga, evidentemente, nace en torno a la necesidad de los productos malagueños, agroalimentarios, de tener un mercado para poder posicionar sus productos mediante un sistema que les permita hacer viables sus proyectos empresariales y ahí la hostelería tenía un valor muy importante, esencial diría yo, por eso lo del kilómetro cero del turismo gastronómico y sobre todo de la identidad de lo propio para poner en valor nuestros productos. Hemos ido trabajando sobre esa línea, pero las restricciones que marca la crisis sanitaria ha abierto una línea nueva de trabajo.
P.- ¿Y en qué ha consistido esa nueva línea de trabajo que dice usted?
R.- Le cuento que las grandes ferias y las ferias comarcales las hemos acondicionado a lo que nos permitían las restricciones. Han sido mercados Sabor a Málaga más reducidos, en torno a dieciocho stands, donde los productores han podido exponer, en combinación con la hostelería, a través de los llamados ‘show cooking’ para poner en valor esos productos. Además, también estamos trabajando el ‘market place’, para que nuestros productores tengan un espacio virtual de comercio electrónico que les permita aprovechar las tendencias de hábitos que la pandemia ha acelerado. Estamos trabajando también en el ‘canal alimentación’, aprovechando que algunos de nuestros productores ya eran plataformas homologadas de las grandes superficies, para que sirvan de puente a la entrada de los pequeños productores a la cadena de alimentación. Estamos hablando de El Corte Inglés, Carrefour, o cadenas de supermercados como Maskón.
P.- ¿Sabemos cuántos productores hay integrados en Sabor a Málaga?
R.- En números redondos hay en torno a 350 adheridos a la marca. El proceso de adhesión a Sabor a Málaga es administrativo y realmente se trata de una subvención en especie. Eso conlleva una serie de condicionantes administrativos, de justificación, solicitudes y demás que no son fáciles para acreditar. No obstante, creo que estamos en un ritmo bueno, aceptable, cumpliendo el objetivo que tenemos marcado e incrementando esa pretensión, pero es verdad que ahora mismo también estamos muy focalizados en añadir la promoción comercial y el propio mercado. Por todo ello queremos darle cabida a la hostelería y al comercio. Hay más de cincuenta hosteleros adheridos, la misma cifra en lo que se refiere a comercios agroalimetarios.
P.- ¿Cómo le explicaría a un malagueño que no conozca ‘Sabor a Málaga’ lo que representa esta marca?
R.- Yo siempre lo hago poniendo un ejemplo muy claro y muy gráfico. Yo le digo a un malagueño que cuando vaya a un restaurante de la provincia pida un vino de Málaga. Probablemente, casi con toda seguridad, el propio camarero o el chef, o la persona responsable le va a ofrecer un Ribera o un Rioja. El Objetivo de Sabor a Málaga es que el malagueño no pida cualquier tinto, sino un Ronda, o alguno de la provincia, que son muy buenos. También que el propio camarero, a la hora de ofertarlo, le ofrezca directamente los vinos de la tierra. Todo esto es interesante y primordial para el malagueño y para la hostelería, que lo que tiene que vender es un servicio con identidad propia, que nos diferencie de otros destinos turísticos.
P.- Hablemos de las acciones promocionales en el extranjero que ustedes promovían antes de la pandemia, tal fue el caso de Londres ¿qué se pretendía con esta proyección que se ha truncado en lugares tan importantes para Málaga como Reino Unido?
R.- Evidentemente el nexo y la conexión con Londres y Reino Unido es contínua, ni siquiera el Brexit ha podido con ella. Es verdad que la pandemia ha restringido la movilidad y, de alguna manera, también ha hecho que la presencia de británicos en la Costa del Sol se haya visto bastante mermada. Todo ello aunque el turismo residencial es muy potente y hay muchos británicos conviviendo con nosotros. La presencia de nuestra marca gastronómica en ferias turísticas como la de Londres ha sido clave y lo que hicimos allí fue buscar operadores sostenibles en Reino Unido, para permitir la salida al mercado allí de los productos malagueños. Hicimos una acción de promoción muy importante en un restaurante español, como fue ‘Casa Manolo’, entre otros.
P.- Dadas las dificultades que entraña la pandemia para la promoción in situ y distribución de estos productos en lugares como Reino Unido ¿qué nuevas estrategias han aplicado?
R.– Hemos puesto en marcha lo que llamamos ‘market place’ para la venta de nuestros productos on line, con una logística bastante aceptable para que les llegue en tiempo y forma a los clientes británicos. También trabajamos en estrategias de promoción para que el posicionamiento del producto malagueño continúe en la mente del británico y que nos elija como su mercado y oferta preferente, en el marco de sus preferencias.
P.- Al hilo de esta estrategia en Reino Unido ¿cómo están actuando para que un cliente británico profundice en el mercado malagueño desde su ordenador o teléfono?
R.- Estamos trabajando para que nuestros productores que tengan posibilidad de vender on line, vender a domicilio, puedan tener un canal de alimentación que ofrezca garantías al consumidor. El handicap añadido que tiene el comercio electrónico en la agroalimentación es la cadena de frío, porque hay una serie de limitaciones importantes. Hay que buscar la especialización y en breve presentaremos un espacio virtual, pero de comercio electrónico, con una garantía en la logística no sólo en el tiempo de respuesta y garantía de los pedidos, sino también en la garantía de conservación de los alimentos, para que no haya ningún tipo de problema a la hora de la trazabilidad del producto y de la propia calidad que queremos proyectar.
P.- ¿Cómo acude un profesional alimentario al sello de Sabor a Málaga y qué requisitos tiene que reunir para adherirse?
R.- Depende un poco de su condición. Un productor tiene la materia prima al ser malagueña, o bien aunque no sea malagueña la elaboración se haga en la provincia. Así pues, un productor con estas condiciones ya puede adquirir la adscripción a ‘Sabor a Málaga’. En un comercio y en la restauración es distinto. En el primer caso tiene que vender al menos diez referencias de ‘Sabor a Málaga’, mientras que en un restaurante, o un hotel, hay un doble requisito: las dos referencias citadas y que, al menos, cinco platos de su carta sean de la cocina malagueña.
P.- ¿Cuáles son los productos que tienen mayor proyección ahora mismo de esta marca malagueña de la Diputación?
R.- Yo diría que todos y me explico. Conocer los productos de Málaga supone valorar la calidad que tienen. Yo pongo un ejemplo del potencial y las posibilidades que tiene la provincia: si hace treinta años estuviéramos en La Axarquía probablemente nadie imaginaría que íbamos a ser líderes en Europa en venta de frutas tropicales como el mango y el aguacate. Lo mismo podría decir de los quesos de Málaga, como mucho producción caprina y todo se iba a vender a granel, como se hacía con los aceites, que eran los italianos los que les sacaban rentabilidad. De hecho, nuestros aceites de oliva virgen extra (AOVE) están teniendo ya un reconocimiento importante en el mercado.
P.- ¿Y qué me dice del chivo lechal malagueño?
R.- Sin duda es otro de nuestros productos estrella, porque se está exportando a todo el mundo, a los países árabes por ejemplo en Catar, desde Canillas del Aceituno. Y le digo lo mismo con los vinos, ¿quién iba a pensar que en Ronda iban a salir unos caldos que no tienen nada que envidiar a otros vinos de otras denominaciones de origen? Por tanto, lo primero es creérselo, porque tenemos todos los elementos para triunfar y ser líderes, sin lugar a dudas. Lo único que hay que hacer es estudiar el potencial y no apostar por los monocultivos, que son un error, como lo es en el turismo el modelo de sol y playa. No quiero dejar de lado a ninguno de los productos porque pueden ser líderes en sus segmentos, sin ninguna duda.