“De los 40 millones de euros que va a recuperar el Ayuntamiento de Marbella, a través del Tribunal de Cuentas (TdC), 34 provienen de Pedro Román”. Así se expresaba este jueves una fuente del equipo de gobierno municipal del PP, en conversación con Marbella Confidencial, al precisar por primera vez qué cantidad del total corresponde al exprimer teniente de alcalde del GIL, a quien se le incautaron numerosos inmuebles –incluida una extensa finca en Extremadura– para ser luego subastados.
El pasado miércoles 8 de noviembre la alcaldesa, Ángeles Muñoz, ofrecía una rueda de prensa, junto al delegado de Hacienda, Félix Romero –para presentar el presupuesto de 2024– en la que cifraba en “entre 35 y 40 millones de euros” lo que recuperará el consistorio marbellí por sentencias del citado tribunal, a lo largo de los próximos cuatro años. En el TdC se siguieron decenas de causas por alcance contable contra los principales miembros de los gobiernos del fallecido exalcalde Jesús Gil (1991 y 2003).
Ahora este medio de comunicación digital ha podido concretar que el grueso de la cantidad total de la que habló la regidora del PP se refiere a quien fuera el brazo derecho de Gil y Gil, ya condenado en el ‘caso Malaya’, así como en otros grandes casos de corrupción, además de delitos urbanísticos, sumados a los casos ya juzgados en el TdC.
Ángeles Muñoz avanzó el lunes que la ciudad podrá recibir en 2024 “cerca de 10 millones de euros procedentes del Tribunal de Cuentas” del total de 40 millones que precisaba la fuente citada al comienzo de esta información en relación con la subasta de bienes de los condenados en las diferentes causas de la época GIL.
Muñoz concretó sobre el monto total a cobrar por sentencias de la citada instancia judicial, que “será un partida que iremos prorrateando a lo largo de los 4 ejercicios, porque se estima que podamos recuperar entre 35 y 40 millones de euros, que van directamente al Ayuntamiento, y que se destinarán a proyectos de envergadura y a mejorar los servicios prestados a los vecinos”,
La exsenadora del PP también recordó la reciente obtención, en el mes de octubre, de más de dos millones de euros por sentencias del TdC, de ahí que abundara en el “gran trabajo que se ha realizado por parte del Consistorio y del que se están viendo los frutos”, se congratuló la veterana política que nunca se ha referido expresamente por su nombre y apellidos al ex primer teniente de alcalde de Jesús Gil.
Pedro Román Zurdo, conocido como ‘el rojillo’ al llegar al Ayuntamiento de Marbella en 1991, no por su ideología, sino por el estado que presentaban sus cuentas corrientes, logró amasar un importante patrimonio, fruto del enriquecimiento que obtuvo en la política, en el marco del ‘saqueo’ sistemático a las arcas municipales perpetrado por numerosos gobernantes del GIL. En esta organización criminal estaba incluido el exasesor urbanístico y cerebro del ‘caso Malaya’, Juan Antonio Roca. Este último también multicondenado junto al ex alcalde Julian Muñoz, entre otros exediles.
“Jesús, con tanta denuncia y tanto ir a los Juzgados no puedo dormir por las noches”. La frase se le atribuye al ex primer teniente de alcalde de Marbella Pedro Román Zurdo, ex brazo derecho de Jesús Gil en la Alcaldía desde 1991 a 1998.
La respuesta del ex alcalde ya fallecido fue la siguiente: “Pedro, a ver si te crees que esto sale gratis”. El diálogo anterior, ya conocido, se produjo cuando las denuncias de la entonces látigo del GIL, Isabel García Marcos –luego condenada por corrupción en ‘Malaya’– comenzaban a arreciar desde la portavocía municipal del PSOE que ella ostentaba de forma heroica, con una oposición férrea.
Román, nacido en Salamanca en 1942, había desembarcado en Marbella como promotor inmobiliario arruinado y tras hacer sus pinitos como productor de cine. Antes pasó por el Ayuntamiento de Béjar (Salamanca) y otro consistorio de la provincia de Zamora como secretario de administración local de tercera y segunda categoría.
A Román se le empezó a conocer durante la primera legislatura gilista (1991-1995) como la ‘sonrisa del régimen’, no por parecerse al el ex ministro franquista José Solis Ruiz, así apodado, sino porque representaba el rostro amable del gilismo, frente al propio Gil y su duro y belicoso peón de confianza, José Luis Jiménez. Por aquellos años apenas se hablaba de Juan Antonio Roca y Julián Muñoz era un desconocido concejal de Fiestas.
Román y su mujer, Maripi, no se perdían un sarao. Asistían a todo tipo de actos, tras delegar Gil en su lugarteniente para tales menesteres. Fue en aquellos eventos donde el sempiterno alcalde accidental –que todo lo firmaba hasta que fue sustituido por Julián Muñoz en 1998 cercado por los tribunales y abandonar la política– empezó a desplegar su amplia sonrisa y a aparecer en todas las fotos del papel couché. Eran los días de vino y rosas.
Socio del alcalde de Estepona y Bonifacio Solís a través del prófugo Hoffman
Como ha venido informando Marbella Confidencial en los últimos años el exprimer teniente de alcalde del GIL Pedro Román fue socio oculto del alcalde de Estepona, José María García Urbano y el constructor Bonifacio Solís en Nuevos Aires 2002 a través del tercer socio de ambos, Juan Hoffman, condenado en ‘Malaya’ como testaferro internacional de Roca.
Como ya es sabido varias instancias judiciales consiguieron, años atrás, levantar el velo societario que ocultaba diversas propiedades del que fuera brazo derecho de Jesús Gil en el Ayuntamiento de Marbella, Pedro Román, condenado a cuatro años y seis meses de prisión, así como al pago de un total de nueve millones de euros: 7 de ellos por blanqueo de capitales y 2 por delito fiscal.
En 2016 La Sala Tercera del Tribunal Supremo redujo de 56,5 millones de euros a 14,6 millones la condena económica al exteniente de alcalde de Marbella Pedro Román Zurdo por los perjuicios contables causados al Ayuntamiento en la etapa 1994-1998, en la que tuvo a Jesús Gil como mandatario.
Tanto la Audiencia Nacional como el Tribunal de Cuentas lograron embargar, de forma preventiva, 41 propiedades del exprimer teniente de alcalde. De ellas, 19 estaban ocultas a nombre de Nuevos Aires 2002 S.L. Se trata de pisos, garajes y locales comerciales en el edificio citado.