“Tendrá que explicar por qué ha tumbado un proyecto de ley tan importante, y tendrá que explicar a sus electores por qué apoya a Podemos y a Izquierda Unida“. Estas han sido las primeras palabras del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, a su hasta ahora socio parlamentario, Vox, tras el varapalo sufrido este miércoles en sede parlamentaria. Todo ello después de ser tumbada la nueva ley del suelo autonómica, gracias a la abstención del partido de Santiago Abascal, que había apoyado toda la tramitación previa, incluido el decreto.
Moreno Bonilla se ha pronunciado durante la sesión de control semanal a la que se somete en la Cámara andaluza y lo ha hecho, precisamente, ante una pregunta del portavoz de Vox, Manuel Gavira, sobre el tipo de políticas migratorias piensa aplicar el bipartito PP-Cs.
Tras recordarle a Gavira que la Junta de Andalucía “no tiene competencias” en dicha materia, Moreno ha expuesto que “para muchos de sus electores ha sido una profunda decepción” el rechazo a esta ley, “salvo que quiera derribar un gobierno, entonces usted está pensando en los intereses de su partido”, en alusión a las incesantes peticiones de adelanto electoral.
El gobernante popular le ha reconocido a Vox que “si quiere tumbar un gobierno“, actuar de la forma que lo hizo este martes en el Parlamento, “es el camino más correcto“.
Desde su escaño no ha rehuido la pregunta sobre la inmigración, el tema estrella de la formación de extrema derecha para desgastar al primer gobierno de centroderecha en casi 40 años, y le ha recordado a Gavira que, además de “cumplir las leyes”, en cuanto a acoger a 13 menores migrantes, “tenemos principios morales y humanitarios que definen un estilo de hacer política”. Un mensaje claro de las políticas moderadas del PP y su socio Ciudadanos, frente a la radicalidad de Vox.
“¿No le parece importante una ley que deroga veinte años de políticas socialistas?“, le ha repreguntado Moreno a Gavira sobre el Proyecto de Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA), rechazado con el voto de todos los grupos de izquierda y la abstención de Vox.
Moreno ha puesto al partido de Abascal frente al espejo de “sectores productivos” como el de “la vivienda”, ha ejemplificado, que “ocupan a 200.000 trabajadores” en Andalucía, que “están pendientes” de la ley tumbada, en referencia a la construcción.
Y es que, aunque el revés ha sido relevante, el Gobierno andaluz se centra ahora en destacar lo incomprensible, e injustificable, que resulta, para muchos votantes de Vox, que el partido al que han votado rechace una ley tan liberal en materia urbanística, frente a las restrictivas “leyes de izquierdas” que hasta ahora han regido los planes generales de ordenación, en materia de suelo.
El gobernante andaluz no ha desaprovechado la oportunidad que le brindaba la sesión de control para pedirle a su hasta ahora aliado parlamentario que “reflexione” para “volver a traer de nuevo este proyecto [la LISTA]”.