Aprovechar las sinergias en materia de financiación autonómica con una comunidad de distinto signo político como Valencia. Todo ello a modo de presión, ante el Gobierno central, en materia de financiación autonómica. Así se puede resumir la estrategia desplegada este jueves por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, al reclamar en Moncloa a Pedro Sánchez un fondo transitorio de financiación,–consensuado con el socialista Ximo Puig en septiembre de 202–, y por valor de 1.734 millones de euros anuales. Sería la solución transitoria hasta que se apruebe una nueva Ley de Financiación autonómica. De dicha inversión también se verían beneficiadas Murcia y Castilla La-Mancha, esta última, según Moreno “la menos perjudica”.
El gobernante andaluz del Partido Popular se ha expresado en tales términos al final de su reunión bilateral con Sánchez, “por espacio de una hora cuarenta minutos”. Moreno Bonilla, que ha comparecido en la sala de prensa del recinto presidencial, ha hablado de “encuentro sereno y cordial”, aunque en todo momento se ha mostrado escéptico en cuanto a los pass que vaya a dar el Ejecutivo central.
El preocupante estado de ánimo andaluz se produce tras la “inacción” absoluta que le han reprochado, especialmente, a la ministra de Hacienda, la andaluza María Jesús Montero. La lista de reclamaciones de la Junta de Andalucía, llevada este jueves a Moncloa, es muy similar a la que el gobernante centrista trasladó al gobernante del PSOE hace ahora justo un año.
A juicio del sucesor de Susana Díaz al frente del Gobierno andaluz “es perfectamente asumible” para el Gobierno central la cifra de 1.731 millones, con el fin de que “Andalucía tenga justo lo que se merece, en función de la población ajustada”, frente al criterio de “población real” que viene defendiendo, ha reprochado Moreno, la ministra de Hacienda.
Desde “hace trece años”, ha recordado el andaluz “hay un modelo de financiación injusto y obsoleto”. De ello ha culpado al expresidente Zapatero “por el algoritmo que pactó con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). Este preámbulo le ha servido a Moreno para añadir, a continuación la existencia de “infrafinanciación” de cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Valencia, Castilla La Mancha y Murcia.