El director de El Español, Pedro J. Ramírez, en la tarde de este martes 23 de febrero durante la entrevista por videoconferencia con el director de Marbella Confidencial, José Carlos Villanueva. Foto/ Vídeo.
Pedro J. Ramírez era el director de Diario 16 cuando el 23 de febrero de 1981 el teniente coronel Antonio Tejero Molina asaltó con una tropa de guardias civiles el Congreso de los Diputados. Al cumplirse 40 años de aquel intento de golpe de Estado, el ahora director de El Español analiza, durante una entrevista concedida a Marbella Confidencial durante la tarde de este martes 23, algunas de las incógnitas que aún planean sobre aquella asonada que hizo peligrar la recién nacida democracia española, menos de seis años después de la muerte de Franco.
Si algo tiene claro quien fuera también director del diario El Mundo es que el entonces rey Juan Carlos I “le había dado hilo a la cometa, a las idas y venidas de Alfonso Armada”, el general que estaba al frente del pronunciamiento para presidir un hipotético gobierno de concentración, formado por militares y políticos en activo de distintos partidos. Era lo que se denominó el “golpe blando”, frente a las intenciones de Tejero, firme defensor de una junta militar al estilo de las que rigieron países como Chile o Argentina, tras el derrocamiento de gobiernos constitucionales en 1973 y 1976 respectivamente.
Ramírez ha publicado este pasado fin de semana en el medio digital que dirige la transcripción de una conversación que mantuvo en 1985, cuatro años después del 23-F, con el general Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa del Rey durante aquellos acontecimientos. Rescatar de las notas de su archivo personal una serie de datos inéditos sobre aquel encuentro, le ha servido para afirmar que había un “pacto secreto”, entre Armada y Fernández Campo, que incluía “cláusulas”, tal ycomo reflejó el periodista riojano en su habitual carta del director del pasado 20 de febrero.
“Es evidente que Armada intentó ir a la Zarzuela para convertirse en el referente de control de la situación para los capitanes generales de las distintas regiones y yo creo que el Rey estaba contemplando esa posibilidad y fue Sabino quien la abortó”, afirma Pedro J. De hecho, añade que Armada llegó a decirle al ya fallecido ex jefe de la Casa Real que “contaba con los votos de los socialistas”. Todo ello después de que Fernández Campo advirtiera al general sobre que “podía ser un buen presidente de Gobierno, halagando su vanidad… pero a ver quién iba a votarle”, si se presentaba como la solución para sustituir al entonces dimisionario presidente constitucional, Adolfo Suárez.
“Tú verás lo que haces, yo me comprometo a no revelar esta conversación, pero tú comprométete a no decir que vas en nombre del Rey”, afirma que le espetó Fernández Campo al golpista”. Ramírez reconoce que “nunca sabremos si Armada hubiera cumplido su parte de ese compromiso, porque Tejero no le dejó dirigirse a los diputados cuando vio la lista del gobierno de concentración”, compuesta por políticos socialistas y comunistas, entre otros partidos.
En la entrevista que pueden ver completa nuestros lectores, al reproducir el vídeo que ilustra esta información, Pedro J. también analiza el papel de los servicios secretos españoles –entonces CESID– en la fracasada rebelión militar, entre otros asuntos de interés relacionados con esta efeméride, así como con el periodismo de investigación en general.
