Profesionales del Hospital Costa del Sol de Marbella están liderando el estudio ‘Determinación prospectiva de un panel de biomarcadores asociados a la eficacia de la inmunoterapia empleada en cáncer’ financiado por la Consejería de Salud y Familias y la Fundación Unicaja.
Se trata de un proyecto de investigación que avanza en la identificación de biomarcadores de respuesta a la inmunoterapia del cáncer. Para ello, emplea un simple análisis de sangre que permite el estudio de estos biomarcadores a través de la citometría de flujo para poder así predecir el crecimiento del tumor.
Para poder llevar a cabo este trabajo se está realizando un seguimiento de pacientes con melanoma y aquellos tratados con inmunoterapia durante un año en el que se ha estado evaluando el estado de biomarcadores sanguíneos en diferentes tiempos.
Las muestras de sangre para este estudio se han analizado utilizando la citometría de flujo, técnica que permite diferenciar los tipos de células del sistema inmune que circulan por el torrente sanguíneo como los linfocitos T y los linfocitos reguladores, las natural killer o células asesinas (NK), los linfocitos B y las células Mieloides.
Todas estas células pertenecen al sistema de defensa natural frente a infecciones y también pueden ayudar a atacar al tumor o, por el contrario, a permitir su crecimiento, han precisado desde la Junta de Andalucía.
El comportamiento de estos marcadores ha posibilitado observar un aumento en los todos los tipos de linfocitos T y NK en los pacientes que sí respondían al tratamiento. Además, empleando un método bioestadístico muy novedoso, de análisis longitudinal multinivel, se han identificado que los niveles de linfocitos T que tienen los pacientes al inicio del tratamiento predicen una disminución consistente del tamaño del tumor a lo largo del tratamiento.
El trabajo de este equipo de investigación se centra actualmente en encontrar buenos marcadores que ayuden a identificar qué pacientes se beneficiarán de la inmunoterapia.
Los primeros resultados de este proyecto de investigación que cuenta con la facultativa especialista en Oncología Médica de este hospital, Elisabeth Pérez, como investigadora principal (IP) han sido dados a conocer el pasado viernes.
El equipo de este centro que desarrolla este proyecto es multidisciplinar de ahí que, junto a Elisabeth Pérez, trabajan también las investigadoras y biólogas de la Unidad de Investigación de este hospital, Marilina García-Aranda y Anabel Calderón junto con el área de Laboratorios Clínicos del hospital, más concretamente, los técnicos y facultativos de la unidad de citometría de flujo apoyados por su coordinadora, la directora de esta área, María Luisa Hortas.
Este trabajo está coliderado por los investigadores Isabel Barragán y Manuel Cobo, miembros del grupo de cáncer de Ibima y especialistas en la investigación en inmunoterapia y coordinado por el director de este mismo grupo en el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias (CIMES), Emilio Alba.
Medicina de precisión
Para Elisabeth Pérez, “la culminación de este proyecto nos acercará a una medicina de precisión, donde a través de un análisis de sangre, una técnica mínimamente invasiva, podremos identificar en qué momento se encuentra la lucha del paciente frente al cáncer y qué pasos son los más adecuados a seguir para cada paciente en concreto”.
Marilina García-Aranda, por su parte, ha destacado que “los estudios de investigación biomédica como este permiten el desarrollo de herramientas que predicen la respuesta de los pacientes, así como el diseño y la rápida implantación de nuevas y más eficaces estrategias de tratamiento”.
María Luisa Hortas ha aludido a la importancia que tiene la colaboración entre los equipos médicos y los investigadores en el progreso científico: “Sin este trabajo en equipo, los resultados no se habrían conseguido en tan corto plazo y con el alto nivel cientifico-técnico”.
Sobre la inmunoterapia, Barragán ha asegurado que “está revolucionando la investigación sobre el tratamiento del cáncer, ya que los resultados son muy esperanzadores, concretamente en la inmunoterapia basada en inhibidores de puntos de control inmunitarios (ICP), donde se reactiva el ataque del sistema inmune”.
Además, la investigadora ha indicado que “muchos pacientes desarrollan resistencia al inicio o durante el tratamiento, es decir, las células cancerosas consiguen volver a eludir al sistema inmune”.
Finalmente, Manuel Cobo ha manifestado que “teniendo en cuenta que los estudios hasta el momento mostraban sólo una ventana de todo el curso del tratamiento, nuestros resultados demuestran que hay marcadores de fácil acceso y análisis en sangre que pueden utilizarse para controlar la respuesta a la inmunoterapia”.
Además, el investigador ha matizado que “se ha podido demostrar que los niveles al inicio del tratamiento de los linfocitos T citotóxicos también pueden predecir la evolución que va a tener el tumor a lo largo del tratamiento”.
Este estudio fue comunicado a la comunidad científica el pasado mes de mayo en la Conferencia de la ‘American Society of Clinical Oncology (ASCO)’, con estudio titulado ‘Monitoring through flow cytometry as a biomarker of early response to checkpoint inhibitor’, y publicado en la revista científica Journal of Clinical Oncology.