Venía Mariano Rajoy de apoyar a Isabel Díaz Ayuso en un mitin en Alcalá de Henares (Madrid). Cruzó Despeñaperros en el AVE para salir al rescate de la alcaldesa de Marbella y candidata del PP por sexta vez consecutiva, Ángeles Muñoz. En cuestión de horas el expresidente del Gobierno pasó de la euforia que se respira en Madrid, ante una posible mayoría absoluta de la presidenta de la CAM, a la incertidumbre de una regidora en horas bajas. Muñoz atraviesa sus peores momentos políticos, sumida en escándalos e investigada por el Senado, al haber ocultado patrimonio.
Contagiado por el entusiasmo de una Ayuso crecida, que confronta a diario con Pedro Sánchez, el expresidente del PP nacional llegó a aventurar que Muñoz tendrá “un apoyo mayoritario y mayor que la última vez” en las urnas, el próximo 28 de mayo. El deseo de Rajoy, de cumplirse, se traduciría en que la actual alcaldesa, que cuenta con mayoría absoluta (14 concejales), obtendría algún edil más o más votos y mayor porcentaje.
El buen augurio de Rajoy para su compañera de partido choca con una cruda realidad estadística: Ángeles Muñoz ha perdido más de 5.000 votos desde 2007 en el cómputo total de cada elección municipal a la que se ha presentado. No parece que en esta ocasión la también senadora vaya a alterar la tendencia y mejorar al alza.
Hay otro obstáculo importante para Muñoz. Al contrario de lo que ocurrió hace cuatro años, cuando logró aglutinar para el PP la mayoría del voto de centroderecha, más allá de que Ciudadanos obtuviese un irrelevante concejal, las cosas son diferentes ahora.
La alcaldesa tiene enfrente a tres partidos en su espectro político que pueden arrebatarle un buen número de votos. Se trata de Por Mi Pueblo, con Paco Gómez al frente; Ciudadanos, con el exedil del PP Ángel Mora como líder, y Vox con el exparlamentario Eugenio Moltó.
Si en 2015 –con tres escándalos (lindes, Luxemburgo y Garre) que no merecieron ni la cuarta parte de atención mediática nacional que la situación actual de Muñoz– el PP perdió la mayoría absoluta, no es descabellado pensar que ahora los conservadores vuelvan a quedarse por debajo de la cifra mágica de 14 ediles.
Javier Arenas como espectador de excepción
Pero para insuflar todo tipo de ánimos y hacer terapia de grupo ya estaba Rajoy en la tarde noche de este sábado, con un espectador de excepción en la primera fila: Javier Arenas, gran padrino político de Ángeles Muñoz y a quien esta cordobesa de 62 años le debe todo en el Partido Popular desde que comenzó como concejala de Benahavís, allá por 1995.
Rajoy derrochó todo tipo de elogios hacia una persona a la que conoce muy bien y con la que incluso ha veraneado en Suecia, como se encargó de recordarle horas antes de su llegada el PSOE. Para el expresidente del Ejecutivo central la actual primera edil marbellí ha hecho una “gestión magnífica” y tiene “un equipo de primera división”, así se refirió –entre otras– a personas que hablaban con entera familiaridad y compadreo con el hijastro narco de la alcaldesa, Joakim Broberg., tal es el caso del concejal de Obras y Limpieza, Diego López.
Así pues cierre de filas total del exmandatario de Génova hacia su candidata, porque llegó incluso a criticar a la oposición política que Muñoz tiene enfrente: “atacan al adversario con muy malas artes, usando la mentira, porque no saben hacer política de otra forma”.
Además de hacer vaticinios sobre los resultados que obtendrá el PP en Marbella dentro de siete días Rajoy se lanzó al ruedo para hacerlos también sobre el resto de partidos que han criticado la gestión de Muñoz: “Quedarán retratados cuando los vecinos de Marbella les den un apoyo minoritario y mucho menor que en las últimas elecciones a todos los que se han comportado como no debe hacer una persona con un mínimo de principios”, dijo entre aplausos.