La marcha del hasta ahora director general de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella, José María Morente, era un secreto a voces. No obstante, el equipo de gobierno respondía con evasivas cada vez que se preguntaba al edil delegado, José Eduardo Díaz: “no sabemos nada de ese asunto”, zanjaba.
Este martes el portavoz del Ejecutivo local, Félix Romero, ha asegurado que se ha producido “un tránsito muy pausado” en dicha delegación, porque “ha habido un trámite largo en el Ayuntamiento de Málaga”. Una circunstancia, ha sostenido el también primer teniente de alcalde, que “ha significado que se pueda ir organizando perfectamente el servicio, partiendo de la base de que sabíamos que el señor Morente iba a aceptar la propuesta” del Consistorio malagueño que preside Francisco de la Torre.
Romero ha aprovechado la pregunta de Marbella Confidencial para “agradecer” a Morente su “labor”, así como los servicios que ha prestado aquí”. Argumenta el brazo derecho de la alcaldesa, Ángeles Muñoz, que una vez que sea aprobado el Plan General “llevará indeleble la marca del trabajo que él realizó aquí”.
Sobre si habrá nuevas incorporaciones, o no, a la hora de reestructurar la delegación de Urbanismo y, más concretamente, la oficina del Plan General, Romero ha sido cauto: “es una cuestión que debe preguntar al delegado de Urbanismo y teniente de alcalde”. Cree el portavoz municipal que José Eduardo Díaz “podrá indicar si se ha dejado todo más o menos cubierto, o si va a hacer falta alguna incorporación adicional”.
Lo que sí ha querido dejar claro Romero es que la marcha de Morente a Málaga es “una baja sensible e importante”, porque “deja un hueco importante”. Si bien ha matizado que el ya exdirector general de Urbanismo “deja un trabajo muy bien planificado y bien hecho que nos permite seguir sin ningún tipo de pausa con respecto a la hoja de ruta del Plan General que hemos trasladado aquí”.
A pesar de que Romero desconoce si habrá nuevas incorporaciones, o quién sustituirá a Morente cabe recordar que el delegado de Urbanismo ya sugirió, en rueda de prensa meses atrás, que la considerada ‘número 2’ de la oficina del PGOU podría tomar las riendas del documento urbanístico.
José Antonio Morente se ha convertido en un cargo de ida y vuelta entre administraciones públicas. De hecho, ya abandonó el Ayuntamiento de Marbella para ocupar una plaza en la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, durante el primer gobierno de Juanma Moreno, y luego regresó al Consistorio marbellí.
Con la salida de Morente de Urbanismo se puede decir que queda desmantelada, por completo, su cúpula. Primero con el relevo de Kika Caracuel por José Eduardo Díaz, actual delegado del ramo. Actualmente Morente estaba centrado en la elaboración del Plan General de Ordenación Municipal de Marbella (PGOM), cuya tramitación ha vuelto a retrasarse. El pasado 12 de julio Morente afirmaba que la aprobación definitiva no se produciría hasta antes del verano de 2024.
Morente envuelto en diversas polémicas
El pasado 8 de mayo el nombre de director general de Urbanismo se veía envuelto en una nueva polémica. Marbella Confidencial informaba de que el equipo de gobierno local de Marbella, presidido por Ángeles Muñoz, había aprobado la asignación de un “complemento de productividad” destinado al director general de Urbanismo y Vivienda, José María Morente, que él mismo había solicitado. El encargado de llevar este expediente a la junta de gobierno local ha sido el teniente de alcalde delegado de Recursos Humanos, José Eduardo Díaz, tal y como se podía comprobar en el orden del día.
Al día siguiente, 9 de mayo, Morente aseguraba a través de un portavoz municipal que el complemento de productividad que pidió él, personalmente, era “para una trabajadora” de la Oficina del Plan.
Morente llegó al Consistorio marbellí tras la moción de censura de agosto de 2017 contra el entonces alcalde socialista, José Bernal. Desde septiembre de 2017 hasta antes de las elecciones municipales ha estado a las órdenes de la concejala delegada de Urbanismo, delegación ahora denominada Ordenación del Territorio, la popular Kika Caracuel.
Llegó para impulsar el nuevo PGOU, tras anular el Supremo en diciembre de 2015 el que había aprobado el PP en 2010. Año y medio después de ser nombrado Morente. A lo largo de menos de año y medio de gestión –tiempo transcurrido hasta que se marchó a la Junta– este urbanista malagueño se vio envuelto en diversas polémicas. La primera de ellas guarda relación con las lindes entre Marbella y Benahavís. En agosto de 2018 protagonizó una intervención en el Pleno del Consistorio para defender una modificación de la linde a la que se opuso la oposición (PSOE, IU y Podemos), no así OSP, que varió su postura con respecto a cuando no gobernaba como socio del PP.
Morente, quien negó modificación alguna de lindes, fue la persona que días antes de la sesión plenaria dijo recordar, pero de forma vaga, la alegación de Vega del Colorado. En el caso de Caracuel, ésta aseguró que no le sonaba de nada. Días después, se evidenció que era la coartada para modificar las lindes, el clavo ardiendo al que se aferraron desde el equipo de gobierno PP-OSP
El 9 de agosto de 2018, días después de la convulsa sesión plenaria de las lindes, el entonces coordinador de Cs en Marbella, Francisco Gómez Palma, ahora cabeza de lista de Por Mi Pueblo, criticó el papel del director general de Urbanismo por “defender a capa y espada” intereses de Ángeles Muñoz.
“Ya vimos que intervino en el Pleno para defender a capa y espada la postura de Ángeles Muñoz en el tema de las lindes y de la cesión de 170.000 metros de suelo de nuestro patrimonio al ayuntamiento vecino”, en alusión a Benahavís, expuso el dirigente liberal entonces sobre Morente. Cabe recordar que ya el día antes de la sesión plenaria donde se llevó a cabo la modificación de la linde entre ambos municipios, Gómez Palma recordó los “intereses personales” de la alcaldesa marbellí en los suelos objeto de esta polémica, que se remonta a 2009.
Los reproches del exlíder local naranja hacia Morente se enmarcaron dentro del rechazo frontal de Ciudadanos a la subida de sueldos de seis directores generales nombrados por el equipo de gobierno bipartito: PP-OSP.
En abril de 2018 José María Morente se vio envuelto en otra polémica. Fue entonces cuando la exconcejala delegada de Urbanismo del PSOE, Isabel Pérez, consideró que él no debía tramitar expedientes en los que había intermediado como arquitecto cuando ella gobernaba, con Bernal como alcalde.
“Cuando yo fui delegada, Morente visitó la delegación y preguntó por diversos temas, yo sé cuáles son los temas, los he repasado y en principio estableceremos un control sobre esos temas”, ha dicho la edil opositora ante posibles incompatibilidades en las que pudiera incurrir el alto cargo.
En el marco de las explicaciones que ofreció esta concejala socialista las reuniones que mantuvo con Morente, cuando era delegada de Urbanismo, estaban relacionadas con el “desarrollo de suelos”. De hecho, Pérez reconoce que Morente representaba a terceros, entre ellos promotores y constructores que habían contratado sus servicios como arquitecto.
A raíz de las declaraciones de la exedil de Urbanismo Marbella Confidencialse puso en contacto con José María Morente para recabar su versión y, sobre todo, conocer si habían pasado por sus manos asuntos en los que fue parte de forma privada, entre junio de 2015 y agosto de 2017.
Morente declinó hacer cualquier comentario al respecto, salvo para decir que “no voy a entrar a desmentir nada de lo que diga la señora Pérez, tampoco a confirmarlo, porque mantengo muy buena relación con ella”.
A pesar de la insistencia de este medio digital en conocer a quiénes representó, de forma privada, en sus reuniones con la exedil de Urbanismo, el hasta hoy director general se ha negado a revelar datos de un asunto que, evidentemente, es de interés público, por tratarse de encuentros que tuvieron lugar en dependencias municipales y en horario de oficina.