“Pido al presidente de la Junta de Andalucía que se ponga las pilas y en lugar de cincuenta millones ejecutados ejecute los mil millones”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desembarcado este sábado en Andalucía elevando el tono frente al Ejecutivo de Partido Popular y Ciudadanos que lidera Juanma Moreno, a quien acusa de haber recibido y no ejecutar tal cantidad de dinero del Estado para ayudas a empresas andaluzas. La munición verbal, en un tono ya claramente preelectoral, ha sido disparada en Jaén, durante un acto ante unos 500 militantes y simpatizantes para arropar al candidato a la Junta, Juan Espadas. Sánchez ha estado también arropado por el presidente de Valencia, Ximo Puig, y los ministros andaluces Luis Planas y María Jesús Montero.
“Cuando se pide legítimamente ayudar a las empresas andaluzas y el Gobierno de España da mil millones a la Junta de Andalucía, lo único que le pido al presidente de la Junta es que también se comprometa con sus empresas”. Se puede decir que esta frase ha sido prácticamente la única que el secretario general ha dirigido hacia la gestión de conservadores y liberales en Andalucía, que cuentan con el apoyo parlamentario de Vox. Lo demás en tono andaluz ha servido para que el inquilino de Moncloa expresara su apoyo al nuevo proyecto de Juan Espadas, tras dejar atrás el ‘susanismo’. De hecho, no ha habido una sola mención hacia la expresidenta de la Junta, como si no hubiera existido nunca.
Aunque el dardo de Sánchez ha estado personalizado en la figura de Juanma Moreno, lo cierto es que la competencia relativa a empresas y pymes objeto de la crítica es de Ciudadanos, que tiene precisamente una Consejería dedicada a tales asuntos, con la independiente Rocío Blanco a la cabeza.
La primera reacción en caliente del Gobierno andaluz, por boca de fuentes de su propio seno consultadas por Vozpópuli, ha sido asegurar que “los datos que aporta Sánchez no son correctos”, aseguran de forma escueta a la espera de una respuesta oficial que podría producirse en las próximas horas.
Sánchez ha centrado gran parte de su intervención, de menos de media hora, en sacar pecho y presumir de las cifras de vacunación. Previamente, el presidente Ximo Puig había mostrado “con orgullo” un gráfico publicado por “un periódico internacional”, que no ha citado, en el que España aparece como primer país europeo en términos de vacunación.
Para Sánchez “el setenta por ciento” de población vacunada con doble dosis “no es un porcentaje cualquiera, porque estamos hablando de salvar vidas”, ha incidido. A renglón seguido ha arremetido contra “la oposición, que dijo que nunca se alcanzaría la pauta completa”, por lo que el presidente presume de “objetivo cumplido” frente a “una oposición que sólo sabe gritar y crispar”, ha dicho en clara alusión a la principal formación que le fiscaliza: el Partido Popular.