“Un PSOE de Andalucía que no deje fuera la mitad del talento”. Esta es la petición que ha formulado la todavía secretaria general de la federación más importante del PSOE en España a quien será su sustituto, Juan Espadas. El mensaje de la expresidenta de la Junta de Andalucía, si se lee entre líneas, apunta hacia la petición de integración de sus partidarios. No obstante, lo que ella llama “mitad” se quedó en un 38,76% frente al 55% que logró el también alcalde de Sevilla en las primarias por la candidatura a la presidencia del Gobierno andaluz, celebradas el pasado 13 de junio.
“Me afilié como una rebelde y peleona, voy a seguir denunciando aquello que no me parezca justo”. Esta ha sido otra de las frases de Susana Díaz que han llamado la atención de los presentes. A partir de ahora habrá que ver si exterioriza algún descontento con las decisiones que adopta Pedro Sánchez sobre Andalucía, desde el Gobierno, o bien desde Ferraz. Es una incógnita, por el momento, si Díaz se une a determinados barones socialistas que se han mostrado muy críticos con el presidente. Por ahora ni está ni se la espera.
Sin reunirse desde marzo de 2019
Díaz ha hablado en tales términos durante su intervención en el marco de de un Comité Director (máximo órgano entre congresos) que ha servido para escenificar el relevo entre ella y Espadas. El cónclave, celebrado en un hotel de Sevilla, ha supuesto el inicio oficial de esta transición bicéfala en Andalucía que tiene un primer capítutlo: el proceso de elecciones primarias a la Secretaría General (aprobado por unanimidad), que culminará en el 14 Congreso regional, a celebrar entre el 6 y 7 de noviembre. Antes, el 23 de julio, Espadas podría ser proclamado secretario general, de forma oficiosa, en caso de no tener rival alguno que opte a dicho cargo.