Dos personas que han declarado como testigos protegidos en el juicio a cuatro policías locales de Marbella (Málaga), acusados de la muerte de un hombre cuando lo reducían en la calle, han cuestionado la actuación de los agentes y han asegurado que vieron cómo la víctima tenía el cuello presionado contra el suelo. Uno de los testigos ha dicho que los procesados incluso golpearon al fallecido cuando ya estaba inmovilizado.
La Sección Segunda de la Audiencia de Málaga ha continuado este miércoles el juicio a estos cuatro agentes. El fiscal sólo acusa a uno de los policías locales por un delito de homicidio por imprudencia, mientras que la acusación particular, que representa a la familia del fallecido, acusa a los cuatro y por más delitos. La vista oral continuará los días 23 y 24 de este mes de noviembre. Los acusados defendieron este pasado martes su forma de intervenir.
Así, uno de los testigos protegidos ha señalado que uno de los policías que llegó después puso la pierna en el cuello del hombre “un buen rato, hasta que ya no se movía”. De hecho, ha declarado que llegó a decirle “que le soltara, que lo iba a matar”. Además, ha señalado que la víctima tenía la cara aplastada sobre el suelo de la calle, “por la presión que hacía, supongo”; y ha precisado que ninguno de los agentes le auxilió.
Una mujer que también ha declarado como testigo protegida ha asegurado que “lo que más me llamó la atención es la presión de aquella rodilla en la nuca de un señor que estaba totalmente indefenso” y ha manifestado que el hombre, que iba “con paso torpe” al inicio del altercado, “murió porque alguien se encargó de presionar lo imposible para que no pudiera respirar ni por la nariz ni por la boca”.
“Hacía todo lo posible para quitar su nariz y su boca del asfalto”, ha dicho, apuntando que la situación fue “muy desagradable” y que lo pasó “muy mal con aquella experiencia que se podía haber evitado”. Además, ha aludido a “presiones” en el momento en el que tuvo que ir a declarar al juzgado, al principio de la investigación, en el que había personas de la policía local “y no sé ni cómo pudimos declarar”. Esto lo ha calificado de “lamentable”.
Asimismo, en la sesión de este miércoles han declarado dos hombres que ayudaron a los agentes a reducir al detenido. Ambos han recordado que los policías “no podían con él” por lo corpulento que era y por la actitud que tenía. Uno de ellos ha dicho no recordar algunas cosas que sí manifestó cuando declaró en la Comisaría o la primera vez en el juzgado, mientras que el otro sí ha señalado que no vio violencia más que el forcejeo para la detención.
Este testigo sí ha repetido en varias ocasiones que después de ponerle las esposas, estando ya el hombre en el suelo, “se quedó totalmente calmado”. Luego fue cuando llegó la segunda patrulla, con dos de los agentes acusados, uno de los cuales se puso “en cuclillas” sobre el detenido.