A la ya de por sí tensa, por no decir rota, relación entre Vox y el Partido Popular en toda España, a raíz de la postura de la formación de Pablo Casado, al abstenerse en una votación que permitió declarar a Santiago Abascal persona non grata en Ceuta, se suma ahora el nuevo aviso de ruptura de esta formación con el PP en Andalucía. Por tanto, al presidente de la Junta, Juanma Moreno, se le abre un doble. Al episodio ceutí hay que añadir el descontento con la agenda política migratoria del Gobierno de PP y Ciudadanos.
El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó el pasado martes 20 de julio la llamada ‘Estrategia Andaluza para la Inmigración 2021-2025: Inclusión y convivencia’. A juicio del vicepresidente del Comité de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé, se trata de una “verdadera locura” y “choca frontalmente con nuestros postulados”.
Vox considera que Moreno Bonilla les está “traicionando” y “tratando de engañar” con repetidos “incumplimientos” del pacto de investidura firmado en 2019. El último desacuerdo radica en el citado asunto migratorio. Una circunstancia que ha llevado al Comité de Acción Política de Vox ha decidir que no apoyará más iniciativas del Gobierno andaluz.